Al juego por implícitas se le denomina "juego especulativo por implícitas" dado que se basa en estimaciones.
Las odds implícitas del bote son el cociente entre la estimación sobre el tamaño que puede llegar a tener el bote y el de la inversión para jugar, por tanto podemos ver que se diferencian de las odds explícitas en que el dividendo en lugar de ser el bote es la estimación que hagamos sobre él (tamaño que pueda alcanzar).
Si bien sabemos que en una situación típica de valoración de una mano por odds explícitas buscamos que las odds del bote sean superiores a las odds de nuestra jugada para continuar jugando, ahora veremos que aún cuando esto no se cumple puede ser rentable seguir jugando por implícitas. Debemos estimar si podemos conseguir un bote suficiente para que sea rentable jugar por odds implícitas.
Utilizar las odds implícitas nos lleva a contemplar las posibles decisiones futuras que puedan ocurrir para poder tomar la decisión actual. La decisión final se tomará en base a la estimación que hagamos de como de probable es que consigamos una jugada más fuerte que la de nuestros rivales y además que alguno/s de nuestros oponentes estén dispuestos a pagar una cantidad mínima que haya hecho que nuestro riesgo/inversión sea rentable.
Dentro de nuestra estimación debemos tener en cuenta el riesgo de que alguno de nuestros oponentes obtenga una mano aún más fuerte que la nuestra y ello nos provoque mayores pérdidas. Un caso típico es buscar una escalera habiendo serias posibilidades de escaleras más altas.
Por tanto, y con lo que hemos introducido hasta este punto, lo que antes podía ser una decisión equivocada por odds explícitas, ahora puede ser una decisión acertada ya que las ganancias al final de la mano compensarán las pérdidas que aceptamos inicialmente adoptando esta decisión. Visto ésto, las odds implícitas son importantes pero mucho cuidado, es un error grave y bastante frecuente sobreestimar las odds implícitas.
Vamos a poner un ejemplo:
Sabemos que las posibilidades de obtener un set en el flop es de 1 cada 8,5 veces (unas odds de 7,5:1), muchos jugadores utilizan la proporción de 8 a 1 para jugar por implícitas. Hay que tener en cuenta que la probabilidad de obtener el set no es la probabilidad de ganar la mano y de hecho no nos garantiza que vayamos a ganarla (el rival puede haber pillado una jugada más fuerte) y aún siendo así es posible que no tenga o no vaya a aportar al bote lo mínimo que nosotros estimamos para hacer rentable la jugada.
Siendo precavidos deberíamos ver la apuesta cuando estimemos que el rival podrá llegar a invertir entre 12 y 15 veces el tamaño de la apuesta en el caso de que nosotros liguemos.
Las odds implícitas premian a jugadas especulativas y penalizan a las manos fáciles de lectura sobre todo que son difíciles de tirar, como pueden ser las "premium" (TT+, AK y AQ).
Ejemplo:
Supongamos que dos jugadores van preflop uno con y el otro con , en estas circunstancias diremos que de los 2 jugadores, el segundo, normalmente no perderá mucho en la mayoría de los casos (p.e. flop ) ya que si no liga se tirará, sin embargo tendrá la posibilidad de ganar un gran bote en las ocasiones que ligue máxime si también lo hace el rival (cuando el flop traiga cualquier Q o As además de un 3). Por el contrario el primer jugador normalmente ganará poco y en los casos que pierda ligando probablemente perderá mucho.
Por último en esta introducción, diremos que cuando valoramos pagar por implícitas preflop es porque pensamos que vamos por detrás a priori, por tanto debemos tener claro cuál es nuestra inversión y a que lo hemos condicionado. Por ejemplo, con una pareja baja, debemos tener claro que nuestra inversión en la mano es nuestra apuesta preflop y que salvo en contadas ocasiones si no ligamos "set" es un gran error seguir pagando. Una nota a este respecto es que en cash casi siempre está justificado ver una subida estándar con una pareja media / baja, porque los "stacks" son grandes, pero en torneos (salvo en la parte inicial de un torneo) casi siempre es incorrecto.